El preso
Arkaitz Bellón Blanco, 36 años, condenado por actos de violencia callejera, aparece muerto en su celda de la cárcel de Puerto I (
Puerto de Santa María, Cádiz) en el recuento de después de la comida.
Bellón fue detenido en 2003 y condenado a 12 años de prisión por delitos de atentado, coacciones y daños. Tenía prevista su salida de prisión para dentro de tres meses.
Miren Arana, médico de confianza de la familia del preso que estuvo presente en su segunda autopsia, confirmó que el recluso falleció como consecuencia de un edema pulmonar de origen cardiogénico y sin "ningún tipo de violencia externa".
La facultativa sin embargo afirmó en rueda de prensa que la muerte está relacionada con una serie de factores vinculados a su estancia encarcelado durante trece años y que fueron afectando a su salud, entre los que ha citado las "palizas, una alimentación inadecuada y una tensión continua".
En la rueda de prensa, miembros de Etxerat dijeron que Bellón falleció como consecuencia "de una política penitenciaria asesina y no de algo que le puede suceder a cualquiera". Han aceptado que, según la autopsia, muriera "sin indicios de sufrimiento en el último momento", pero no el hecho de que lo haya hecho de forma "repentina", porque han considerado que le "han matado mediante una crueldad medida y sistematizada durante estos largos trece años".
.- Sobre las once de la noche, varias personas que protestaban por esta muerte en
Vitoria lanzaron botellas con pintura negra contra la subdelegación del Gobierno y contra vehículos de la Ertzaintza; también se cruzaron contenedores. Al día siguiente hubo quema de neumáticos que cortaron la carretera entre Abadiño y Elorrio, quema de contenedores en
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Algorta la Ertzaintza detuvo provisionalmente a tres personas que pegaban carteles.