jueves, 11 de junio de 2015

París por la paz en el País Vasco

Se celebra en París la "Conferencia humanitaria por la paz en el País Vasco", al término de la cual el magistrado francés Serge Portelli dió lectura a una declaración encabezada como "París por la paz en el País Vasco", tras un preámbulo inicial leído por el ex primer ministro irlandés Bertie Ahern.
El acto fue organizado por el Grupo Internacional de Contacto, la Liga de Derechos Humanos, el Foro Social por la Paz, Bake Bidea y las organizaciones Conciliation Resources y Berghof Foundation. Se celebró en la sala Victor Hugo del edificio Chaban Delmas, dependiente de la Asamblea Nacional Francesa, alquilada por los ecologistas para este evento.
Durante la mañana hubo intervención de varios ponentes que coincidieron en que toda solución pasa por tres puntos claves: el reconocimiento del sufrimiento de todas las víctimas -como dijo el profesor y miembro del GIC Pierre Hazan-, la situación penitenciaria, y la implicación de los estados en el desarme, en palabras del exsecretario general de la Interpol Ray Kendall.

También intervino Roberto Manrique (ex presidente de la asociación de víctimas de Cataluña), que aseguró no entender “por qué las víctimas de los GAL no han tenido el mismo reconocimiento que las de ETA”.
El expreso Gabi Mouesca denunció “la represión” contra los colectivos de abogados y médicos y reafirmó la voluntad del Colectivo de Presos EPPK de continuar con el proceso de pacificación.

El abogado sudafricano e impulsor del GIC Brian Currin, con el ejemplo de Irlanda del Norte -desde donde acudió el exmiembro del IRA y miembro de la Ejecutiva del Sinn Féin Gerry Kelly-, propuso la creación de una comisión independiente que decida sobre el caso de cada preso. Especificó que él no defendía la puesta en libertad de todos los presos, puesto que sus víctimas tienen el derecho a la justicia, si bien llamó a revisar la situación penitenciaria.

“La cuestión de la paz en el País Vasco afecta a Francia”, afirmó el ex ministro Joxe, que aseguró que quedan dos cuestiones que resolver: “los hombres y las armas”. En esta línea, consideró que puede ser “un elemento esencial” avanzar en la cuestión de los presos “para consolidar la paz”.

Los etarras encarcelados Mikel AlbisuAntza, y Marixol IparragirreAnboto, pidieron permiso para asistir a esta conferencia en calidad de portavoces del EPPK pero les fue denegado.

En la declaración final se reclama a ETA que prosiga con su desarme, se suma a la “petición de la comunidad internacional de que los estados español y francés se impliquen en este proceso”, reivindica el final de la dispersión de los reos y la puesta en libertad de los gravemente enfermos, y recomienda tomar las medidas necesarias para garantizar la asistencia y el reconocimiento de todas las víctimas y sufrimientos.
Entre los 110 firmantes de la declaración se encuentran Michel Rocard, ex primer ministro francés por el PS; Alain Lamassoure, eurodiputado de UMP de la región parisina; Cécile Duflot, exministra verde y actual diputada; André Chassaigne, presidente del Grupo Demócrata y Republicano en la Asamblea Nacional; François Alfonsi, presidente de ALE; Emmanuelle Cosse, secretaria nacional de EELV; Paul Giacobbi, diputado corso; Gabrielle Zimmer, diputada europea alemana y presidenta del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria (GEU-NGL); Olivier Guerin, fiscal del Tribunal Supremo; Philippe Texier, magistrado honorífico y asesor en la ONU; los médicos Bernard Kouchner y Véronique Vasseur; los actores Bruno Solo y Marie-José Nat; el cineasta Mathieu Kassovitz; los escritores Gilles Perrault, Marie Darrieussecq y Dan Franck; los letrados Simon Foreman, Thierry Fagart y Henri Leclerc; el obispo de La Rochelle, Bernard Housset; Brian Currin, Pierre Joxe (accionista principal del diario ‘Libération’), Bruno Ledoux, Lucio Urtubia, Josep María Terricabras, Michel Wieviorka... 
Estuvieron presentes también representantes institucionales del País Vasco francés de todos los partidos, salvo del Frente Nacional, como las diputadas Alaux y Capdevielle, la senadora Espagnac y los alcaldes de Bayona, Biarritz y Hendaya.

En el manifiesto se afirma:

Aunque los esfuerzos por crear condiciones para la paz reflejen una fuerte determinación por parte de amplios sectores de la sociedad vasca y se unan a los cada vez más numerosos apoyos en la escena internacional, cabe señalar que no pueden ser unilaterales y que la paz llegará necesariamente del compromiso de los gobiernos de Francia y de España por buscar una solución al conflicto.
Desde el corazón de París, desde la Asamblea Nacional, lugar que encarna la legitimidad democrática y el compromiso con los valores y principios universales, como el respeto a los derechos humanos y la promoción de la paz, nosotros y nosotras, firmantes de este manifiesto:

Hacemos un llamamiento a la organización ETA para que lleve su proceso de desarme hasta el final. Nos unimos a los esfuerzos de la comunidad internacional para que los gobiernos francés y español se impliquen en este proceso y pedimos que se establezca un espacio adecuado que garantice que dicho desarme se lleve a cabo de manera coordinada y controlada.
Pedimos, que en el marco de un proceso de liberación que se llevaría a cabo en un plazo razonable, se vele por el interés de las familias y se ponga fin a la dispersión de los presos y presas vascas, a través de medidas como la unificación familiar y el reagrupamiento; y que se respeten los derechos fundamentales, otorgando beneficios penitenciarios a los reclusos a los que correspondan legalmente y que los gravemente enfermos sean liberados.
Pedimos que, dado que no hay conflicto que no haya causado sufrimiento, se tomen medidas importantes para promover la reconciliación y reconocer, compensar y asistir a todas las víctimas.
Instamos a los gobiernos francés y español a que se involucren de manera real en la resolución del conflicto en el País Vasco, en nombre de los intereses de las diversas naciones afectadas y de la acción necesaria para la promoción de la paz.



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