Sobre las 12:30 de la mañana, agentes de la Gendarmería francesa entran en la casa rural Agorerreka Etxea, situada a cinco kilómetros del núcleo urbano de Saint Etienne de Baigorry (a 10 kilómetros de la frontera con España), como consecuencia de las investigaciones realizadas por la DGSI y la Guardia Civil.
En su interior fue detenido el dueño de la vivienda, Pantxo Flores (que ya estuvo un año detenido acusado de estar implicado en un atentado contra complejo hotelero francés en 2006) y tres etarras, los dirigentes David Pla Martín (nacido en 1975) e Iratxe Sorzabal Diaz (nacida en noviembre de 1971, tenía pendientes cuatro condenas en rebeldía en Francia; tuvo una hija en 2009 con Mikel Kabikoitz Karrera); y Ramón Sagarzazu Gaztelumendi (nacido en 1965, hijo de un histórico responsable de ETA, en libertad desde septiembre 2012).
En el registro se localizaron dos pistolas, munición, documentos de identidad falsificados y abundante material informático.
Por la noche un centenar de simpatizantes de la izquierda abertzale bloqueó la salida de los detenidos de la vivienda lo que provocó la intervención de agentes antidisturbios que cargaron contra los concentrados con botes de humo.
Esta investigación fue bautizada por la Guardia Civil como 'Operación Pardines' en recuerdo de la primera víctima de ETA, el guardia civil José Pardines Arcay, asesinado en junio de 1968.
Según fuentes policiales, Mikel Irastorza Artola y Mikel Barrios podrían ser los sustitutos de los detenidos al frente de la banda. La Ertzaintza incluyó entre los posibles sucesores a Peio Jon Sánchez Mendaza si bien rectificó rápidamente y atribuyó a un error su inclusión en la lista de los más buscados.
Flores fue puesto en libertad bajo medidas cautelares el 14 de octubre siguiente; fue recibido en la estación de Bayona por Grazi Etxebehere, que alojó en Osses a los jefes logísticos de ETA.
Sagarzazu quedó en libertad el 2 de enero de 2016.
Iratxe fue condenada a un año de cárcel en febrero de 2018 por participación en asociación de malhechores con fines terroristas al menos en 2007.
Según fuentes policiales, Mikel Irastorza Artola y Mikel Barrios podrían ser los sustitutos de los detenidos al frente de la banda. La Ertzaintza incluyó entre los posibles sucesores a Peio Jon Sánchez Mendaza si bien rectificó rápidamente y atribuyó a un error su inclusión en la lista de los más buscados.
Flores fue puesto en libertad bajo medidas cautelares el 14 de octubre siguiente; fue recibido en la estación de Bayona por Grazi Etxebehere, que alojó en Osses a los jefes logísticos de ETA.
Sagarzazu quedó en libertad el 2 de enero de 2016.
Iratxe fue condenada a un año de cárcel en febrero de 2018 por participación en asociación de malhechores con fines terroristas al menos en 2007.
En febrero de 2019, el Tribunal Correccional de París condenó a David Pla a 5 años de prisión y a Iratxe Sorzabal a 7 años por su pertenencia a la banda terrorista.
Pla salió en libertad el 18 de abril de 2019, bajo control judicial. En plena campaña electoral y a las puertas de la cárcel enarboló un cartel propagandístico de Bildu reivindicando la independencia. El condenado posó acompañado también por una ikurriña y el mapa de Euskal Herria para reclamar el acercamiento de los terroristas que siguen cumpliendo condena por sus delitos.
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